(26 de octubre)
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Trayecto del viaje València - Teherán |
Salimos de València a mediodía y tras una escala en Estambul, llegamos a Teherán pasadas las doce de la noche. Tras atravesar la aduana y recoger el equipaje nos espera el chófer que nos va a llevar al hotel y que será nuestro bautismo circulando por Irán. Vamos a toda velocidad, la autovía está casi desierta y, a pesar de ello, tardamos casi una hora en llegar. Nos acostamos más allá de las tres de la madrugada. Estamos cansados y al día siguiente no debemos levantarnos muy tarde para aprovechar bien la jornada.
(27 de octubre)
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Situación de Teheran en Irán |
Nos hospedamos en el Hotel Pamchal (cerca de la antigua embajada de los EEUU). Habitación
amplia, triple, con nevera, cocina, WIFI, la ducha un poco destartalada.
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Vestíbulo del Hotel Pamchal |
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Said, el propietario de la agencia Zafiro, nos ha hecho de guía la
primera mañana en Teherán. Ha sido más que un guía amable,
estableciendo una confianza personal que ha sido la mejor bienvenida por
el viaje.
Visitamos juntos, por la mañana, el Palacio de Golestán, con el primer
salón de los espejos que vemos, nos sorprende por la mezcla de lujo y
serenidad que nos transmite. También nos lleva a comer al Restaurante
Abu Moslem, un lugar popular a la entrada del Bazar, pleno de gente,
que es una delicia de sensaciones, por las comidas y la forma de
pedirlos a la barra, y el ambiente tan vivo que se respira. Pinchos
de ternera, de pollo, pan, arroz y probamos el mast, el yogur de postre, que resulta un muy buen digestivo. Tomamos un té y una pipa
de agua en Galobandak, una tetería cercana.
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Con Said, en el salón de los espejos del Palacio de Golestán |
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Palacio de Golestán |
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En el concurrido restaurante Abu Moslem |
Antes de despedirse, Said nos pide un coche de Snapp para llegar a la Torre Milad, uno de los símbolos
modernos de Teherán. Pedimos ayuda a un grupo de estudiantes para sacar
la entrada (puesto que hay una máquina en farsi y parece que sólo
admite para pagar la tarjeta que los iraníes utilizan para todo) y
acaban haciéndose selfies con nosotros y de conversación. Uno de los
primeros momentos en que constatamos la amabilidad de la población con
los turistas.
El día no está demasiado claro (la contaminación y también la hora que
es) pero tenemos espléndidas vistas desde la Torre de la ciudad
atardeciendo. Teherán es una ciudad inmensa (12 millones por la noche, 15
millones de día) y diversa. La Torre es un complejo de ocio moderno y
“europeo”.
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Torre Milad |
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Con el grupo de estudiantes que nos ayudó con las entradas a la Torre Milad
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